sábado, 7 de noviembre de 2015

No hay una respuesta perfecta a la crisis de los migrantes.

Se ha escrito mucho estos últimos meses sobre la crisis de los migrantes en el Mediterráneo. Yo mismo he publicado alguna cosita en medios (1 y 2), como bien saben los que siguen este blog.

Es difícil por lo tanto, tras tantas ríos de tinta, sentir que de pronto alguien dice algo nuevo, algo diferente, con voz propia, desusado y valiente.

He tenido es sensación al leer este artículo de Jeffrey Sachs en el Guardian: There’s no perfect answer to the migrant crisis – and we must face that, algo así como No hay una respuesta perfecta a la crisis de los migrantes y debemos afrontar ese hecho.

http://www.theguardian.com/commentisfree/2015/nov/02/answer-migration-crisis-refugees-europe

Me parece inteligente reconocer los valores de las distintas posiciones pero al mismo tiempo sus carencias y limitaciones. Me parece valiente decir que el actual dilema en el que se encuentra Europa no es comparable, como tantos intentan hacer, con las corrientes migratorias de otras épocas (y de otras regiones) precisamente por las prestaciones que Europa se obliga a garantizar a los refugiados y a los migrantes.

Es lo que yo en su día intenté explicar en mi entrada No, Europa no es la mala de esta película. Es como si, de alguna forma, Europa tuviera su castigo en su virtud... o dicho de una forma menos efectista, como si Europa no fuera capaz de resolver sus dilemas con las categorías jurídicas y morales que se ha impuesto. En esa patente incapacidad muestra sus contradicciones y sus limitaciones. Es fácil denunciar esas contradicciones y limitaciones, pero no sé si es justo cargar las tintas sobre un problema que surge de un imposible para el que nadie, ni dentro ni fuera de Europa, tiene respuesta.

Por eso me congratula tanto que una autoridad intelectual y moral de la talla de Jeffrey Sachs se atreva a subrayar esta imposibilidad de la que hablo (y hablaba en la entrada que comento) que no hay solución satisfactoria a este dilema, que no hay respuesta perfecta y que tenemos que entenderlo aceptarlo, que There’s no perfect answer to the migrant crisis and we must face that.

"There are no easy answers to Europe's migration crisis. Perhaps that fact alone – the reality that all options are insufficient – could be the basis to build a consensus out of the bitter divisions that now grip the continent."
en mi traducción diria algo así como: "no hay respuestas fáciles a la crisis migratoria en Europa. Quizá este solo hecho (la realidad de que todas las opciones son insuficientes) podría ser la base para construir un consenso mas allá de las agrias divisiones que atenazan ahora al continente."  
Ya, ya sé que es más reconfortante pensar que hay soluciones redondas y que únicamente la estupidez y la mezquindad de nuestros gobernantes nos separa de ese paraíso. Es reconfortante por que es simple: nos hace creer que los problemas tienen soluciones nítidas (les idées claires et distintas que diría el viejo Descartes) y que hay buenos y malos. Al parecer este esquema relaja nuestras necesidades cognitiva y moral. Pero lo siento, creo que la realidad no es así y creo que, precisamente por haberme dedicado a los derechos humanos desde hace más de 20 años (y tal vez a estas alturas saber algo sobre derechos humanos), me toca decirlo.
"There is, in short, no good answer. Such an honest reflection could, by itself, help our societies think more clearly about the least bad options."
o sea: "en pocas palabras, no hay buenas respuestas. Semejante honesta reflexión, por sí sola, podría ayudar a nuestras sociedades a pensar con mayor claridad sobre las opciones menos malas"  
Esto de las soluciones menos malas no resulta muy atractivo, lo sé.

No tener ni respuestas completamente buenas, ni villanos a los que culpar de ello, nos hace sentir cierto vacío, como un poco huérfanos, sin referencias, sin señales, sin pistas, pero al tiempo nos acerca, creo yo, a la madurez. No sé si a la madurez intelectual, eso es mucho decir, pero al menos sí a la madurez ciudadana y a la responsabilidad ciudadana que conlleva.

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