jueves, 23 de febrero de 2017

Mi día de la lengua materna

Esta semana se ha celebrado el día internacional de la lengua materna.
Por una parte quiero remitirles directamente al mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova. Pensaba citarles alguna frase, pero me ha parecido tan acertado el mensaje que prefiero incluirlo aquí en su integridad, especialmente cuando es bastante breve:


Mensaje de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova,

con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna

21 de febrero de 2017


"Con motivo del Día Internacional de la Lengua Materna, la UNESCO reafirma su compromiso total con la diversidad lingüística y el plurilingüismo. Las lenguas reflejan lo que somos y estructuran nuestros pensamientos e identidades. No puede haber un diálogo genuino, ni una cooperación internacional eficaz, sin el respeto de la diversidad lingüística, que abre paso a la comprensión verdadera de cada cultura. El acceso a la diversidad de las lenguas puede estimular la curiosidad y la comprensión mutua de los pueblos. Por esta razón, el aprendizaje de las lenguas es a la vez una promesa de paz, de innovación y de creatividad.

"El Día Internacional de la Lengua Materna, dedicado este año a la educación plurilingüe, es también una oportunidad para movilizarse en favor de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y especialmente del objetivo 4, relativo a una educación inclusiva y equitativa de calidad y a oportunidades de aprendizaje a lo largo de toda la vida para todos. La educación y la información en la lengua materna son esenciales para mejorar el aprendizaje y fomentar la confianza y la autoestima, que son algunos de los principales motores del desarrollo.

"Los seres humanos somos seres de lenguaje. Las culturas, las ideas, los sentimientos e incluso las aspiraciones a un mundo mejor se presentan siempre ante nosotros en una lengua precisa, con determinadas palabras. Dichas lenguas conllevan valores y visiones del mundo que enriquecen a la humanidad. El hecho de valorizarlas permite ampliar la variedad de futuros posibles y fortalecer la energía necesaria para lograrlos. Con motivo de este Día, hago un llamamiento para que el potencial de la educación plurilingüe se reconozca en el mundo entero, en los sistemas educativos y administrativos, en las expresiones culturales y en los medios de comunicación, en el ciberespacio y en los intercambios comerciales. Cuanto más sepamos valorizar las lenguas, más herramientas tendremos para construir un futuro digno para todos."Irina Bokova

Es una carta que me gustaría enviar a bastante gente. La propia Bokova, viviendo en París, podría remitirlo directamente a los miembros de la Asamblea Nacional francesa, al Palacio del Elíseo y a los miembros del Conseil Constitutionel, que tienen algunos problemas con las lenguas propias que se hablan en Francia en adición al francés.

Tengo otro consejo para la Directora General. Este mensaje ha sido publicado en las 6 lenguas oficiales de la ONU (francés, inglés, español, chino, árabe y ruso). Siendo un mensaje breve, seguro que moviendo un poco las delegaciones existentes en el propio edificio de la UNESCO, habría podido encontrar colaboración para traducirlo en una centena de lenguas adicionales en unos pocos días. Habría sido una buena señal de que el plurilingüismo existe de verdad y cuenta. Obviamente entiendo los límites del uso de más de 2 ó 3 lenguas en el día a día de un Organismo Internacional, pero un mensaje breve al año, en el día de la lengua materna, debería ser una excepción y mostrar en la forma el fondo del mensaje.


A mí me ha tocado pasar ese día de la Lengua Materna en el Palais des Nations, la sede de las Naciones Unidas en Ginebra. Había información en los pasillos sobre un evento que parecía interesante sobre "The Power of Languages in Diplomacy" (pero no pude asistir por coincidir con la sesión de nuestro comité), e información en banners o banderolas sobre las lenguas en la ONU. Había un dato que me ha llamado la atención: en la biblioteca de la ONU en Ginebra se pueden encontrar libros en 132 lenguas.


Me he acercado a la biblioteca a preguntar a mi amiga Rachel, fantástica bibliotecaria encargada de la sección jurídica, si el euskera estaba entre esas 132 lenguas. Me ha sacado tan amable y profesional  como siempre el listado de las publicaciones de la sección jurídica y efectivamente había 8 libros en euskera, entre ellos varios editados por el Instituto Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto.


Mi día de la lengua materna terminó con una clase online para el Washington College of Law, con alumnos de 6 nacionalidades distintas. Empecé la clase saludando en euskera y a continuación invité a quien hablara alguna lengua distinta al español o inglés hacer lo propio. Fue mi manera de difundir el mensaje de este día: mi granito de arena.

lunes, 20 de febrero de 2017

Notas muy personales de una sesión importante

Hoy ha sido un día muy importante para mí.

Hemos comenzado la primera sesión correspondiente a este año del Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Nos tocaba renovar los cargos internos, que son bienales. Yo he sido vicepresidente los dos últimos años (2015-2016) y hoy por lo tanto dejo de serlo. Ha sido un honor y una oportunidad privilegiada de aprender y aportar. Creo que he aprovechado razonablemente bien esa oportunidad. Paso a ser miembro raso.

Esta mañana me ha tocado el honor de presentar, en nombre del grupo regional de Europa Occidental, ante el plenario la candidatura de mi colega y amiga, la portuguesa Maria Virginia Bras Gomes, a la presidencia del Comité. Ha sido fácil hacer una laudatio potente y sentida, puesto que todo lo bueno que he dicho (y ha sido mucho) era verdad: una colega experimentada, capaz, profunda conocedora de nuestro pacto y nuestra institución, innovadora, gran diplomática, elocuente, empática, generosa, buena colega que busca (¡y encuentra!) siempre el acuerdo sobre la polémica, abierta a la sociedad civil... El plenario ha aprobado la propuesta por aclamación. Tenemos una gran presidenta.


Por la tarde me tocaba presentar el primer borrador (DRAFT 1) de la Observación General sobre Ciencia y Derechos Humanos, de la que soy relator.

Tras 3 horas de muy profundo, intenso y participativo debate (¡han tomado la palabra 14 miembros!) hemos aprobado el texto propuesto (con mejoras y comentarios, obviamente, para eso se debate, pero respaldando la orientación general propuesta). No puedo adjuntar aquí el texto, dado que todavía es confidencial, pero a partir de este momento ya podremos hablar más en detalle de este asunto, dado que en junio debo presentar el segundo borrador (DRAFT 2) que se empezará a debatir -una vez probadas las ideas de fondo hoy- a modo de comité de redacción onusiano, párrafo por párrafo. Este proceso nos puede llevar varias sesiones, quizá hasta mediado finales del año que viene. Pero dejadme decir que estoy muy contento y orgulloso de este gran paso que hemos dado el día de hoy.

Tengo mucha gente a la que agradecer su ayuda en este proceso, pero quiero aquí destacar a Eoin McGir, jurista, Barrister at Law y profesor de la Universidad de Deusto, con quien he construido, mano a mano, la última versión del DRAFT 1 durante las últimas semanas.








Trum al teléfono: sobre lenguas y política

Aprovecho la llama de Trump a Rajoy para reflexionar hoy en DEIA sobre lenguas, relaciones internacionales plurilingüismo, política y educación en el País Vasco.  Es un poco totum revolutum que pretende enfocar el asunto con un poco de humor, sin mayores pretensiones, pero a lo mejor encuentras alguna idea que te pueda interesar.




 TRUMP AL TELÉFONO: LENGUAS Y POLÍTICA
La entrevista telefónica de hace unos días entre Mariano Rajoy y Donald Trump ha dado para mucha chanza. Especialmente, como es habitual, se han ridiculizado las limitaciones del presidente español con el inglés. Un medio norteamericano se ha referido a su “notorious trouble with the English language” y no pocos comentaristas españoles le han reído la impertinencia. 
Yo, por supuesto, creo que un presidente de nuestro tiempo, responsable máximo de la política exterior, de las relaciones con el resto de líderes mundiales y de las negociaciones comunitarias, debería manejarse con un mínimo de solvencia en la lengua franca de nuestro tiempo o, al menos, en ese sucedáneo internacional que nos sirve a los no nativos para comunicarnos en los organismos internacionales. Pero de ahí a reírle la gracia a ese periódico norteamericano y su superioridad lingüística hay un trecho, puesto que si hablaban por medio de traductor también se debía al “notorious trouble” de Trump con la lengua española. 
No es lo mismo, se me dirá. No, no lo es, pero aún así merece una reflexión. No lo digo porque el español sea también una lengua oficial de las Naciones Unidas (y la principal en los organismos regionales americanos a los que Estados Unidos pertenece), sino porque es la lengua que habla un 13% de la población de su país, cuarenta millones de personas. 
Trump no sólo no entiende español, sino que durante la campaña afeó a un oponente que lo hablara, como si esto fuera un demérito o una vergüenza que ocultar. El problema no es que no hable español sino que tiene un “notorious trouble” con cualquier otra lengua y con cualquier otra cultura que no sea la suya. 
Si ninguno de los dos hablaba la lengua materna de quien estaba al otro lado de la línea, podían haber buscado una lengua mediadora; el francés, por ejemplo. Rajoy, al parecer, chapurrea algo de francés; Trump, sin embargo, no ha tenido el más mínimo interés por mejorar sus competencias lingüísticas en toda su vida. 
Si hablaron con intérprete la culpa es, cuando menos, repartida. Bien pensado tampoco está mal. Yo, de hecho, recomendaría a todos los mandatarios internacionales hablar con Trump por medio de traductor, salvo que tengan un doctorado en filología inglesa por Oxford. De un hombre tan acostumbrado a abusar de su posición de poder se debe esperar que aproveche deslealmente cualquier ventaja que se le dé; y hablar tu lengua materna definitivamente lo es. De Angela Merkel se dice que pudiendo hablar inglés (además de alemán y ruso) no gusta de hacerlo en sus reuniones y negociaciones internacionales precisamente para evitar esa inferioridad dialéctica. 
La Unesco defiende el “uso de al menos tres lenguas en el ámbito escolar: la materna, una regional o nacional y una internacional”. Nos toca subrayar el “al menos”: nuestro país, desde Enkarterri a Atharratze, desde Laguardia hasta Uztaritze, es trilingüe
Regreso de unos días de trabajo en la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra, donde se elige ahora a su nuevo director general, y consulto en la web el currículum de los tres candidatos finalistas fijándome en la sección de competencias lingüísticas, en el cuadro dedicado a su dominio de las lenguas oficiales de la ONU, aquellas en las que en teoría podrían trabajar cada candidato y su equipo (inglés, francés, español, árabe, ruso y chino). El primer candidato es británico y dice poder hablar algo de francés y leerlo, pero no escribirlo (en total, cinco puntos sobre un máximo de 9). El segundo candidato es etíope eritreo educado también en Gran Bretaña y además del inglés habla, como lenguas maternas, el amhárico y el tigrigna. La tercera candidata es paquistaní, educada de nuevo en Gran Bretaña, y además del inglés habla como materna el urdú y parece que además se defiende en persa, punjabi y pastún. 
Se pueden sacar varias conclusiones: Primero, que el plurilingüismo es una realidad muy natural en muchas regiones de África y Asia. La directora General de la Unesco dice que “hoy en día la norma mundial es el empleo de tres lenguas como mínimo, a saber: una lengua local, una lengua de gran comunicación y una lengua internacional para comunicarse tanto en el plano local como en el mundial”. 
Segundo, que sea quien sea el próximo director general de la OMS, sólo podrá trabajar con su equipo en inglés. A nadie se le habría ocurrido presentar a un candidato que hablara dos o hasta tres lenguas oficiales de la ONU, pero no el inglés. 
El inglés es ya tan asumido como lengua única de trabajo que podría acudir un médico marroquí, por ejemplo, que hable perfectamente francés, árabe y español (la mitad de las lenguas oficiales de la ONU) e incluso que sepa tamazig y en la reunión con el director de la OMS se sentirá probablemente torpe porque, como en el caso de Trump y Rajoy, seguramente se asumirá que la carencia, el debe, es de quien no habla inglés. 
La Unesco defiende desde 1999 la educación multilingüe con el “uso de al menos tres lenguas en el ámbito escolar: la lengua materna, una lengua regional o nacional y una lengua internacional”. A nosotros nos toca subrayar ese “al menos”: nuestro país, desde las Encartaciones a Atharratze, desde Laguardia hasta Uztaritze, es trilingüe, y con el inglés son ya cuatro las lenguas que nos convendría manejar. 
Los franceses están muy preocupados con la pérdida de posición del francés como lengua diplomática. Se acaba de publicar en Francia el nuevo libro del gran sociólogo Alain Touraine. Se titula Le nouveau siècle polítique. En ese libro habla de las grandes cuestiones de la política francesa del momento: la laicidad, la ecología, los derechos humanos, la izquierda, la enseñanza, la relación entre la democracia y el republicanismo… y, de pronto, un capítulo titulado Défendons les langues européenes. Uno salta rápido a leerlo en la esperanza de verle sensible a la diversidad cultural europea, pero no encuentra más que lamentos de un imperialismo lingüístico en horas bajas rivalizando con otro más pujante (eso sí, se apresura a aclarar, “sans aucune hostilité à l’endroit des langues régionales”). Touraine llega a afirmar que “el francés está amenazado de ser pronto una lengua muerta” como el español o el italiano o el alemán, debido a la pujanza del inglés en la universidad, en la ciencia y en la cultura popular. 
Esta sobreactuación en el quejido de hablante de una lengua dominante puede resultar impactante y hasta creíble leída, qué sé yo, en París o en Marsella. Leída desde cualquiera de los casi veinte países de África en que el francés es lengua oficial que convive con otras puede resultar algo más ridícula. Leído en Baiona o en Sara, en un país que lleva más de 200 años negando las lenguas propias en su interior y que aún hoy se niega a darles un reconocimiento constitucional del que se puedan derivar derechos o libertades para sus hablantes (Conseil Constitutionnel dixit), solo puede mover a la risa o a la indignación (sans aucune hostilité, bien sûr). 
El asunto, como se ve, es más complejo que ridiculizar el inglés de Rajoy. Yo me conformo con que, además de animarse algo más con el gallego, empiece a hablar, como aquel otro predecesor suyo, algo de catalán en la intimidad: buena falta le va a hacer este año. El inglés (y una veintena de fórmulas de cortesía en cada lengua oficial española) se lo reclamaremos ya al que venga detrás.

sábado, 18 de febrero de 2017

In Memoriam Hans Rosling: TACK!

Hace unos días murió Hans Rosling.

Tenía ganas de escribir algo al respecto, qué sé yo, un recuerdo, un homenaje, y aproveché la columna #MirarHaciaOtroLado de DEIA y Noticias de Gipuzkoa para hacerlo. 

Aquí lo tienes en pdf ampliado, más abajo aún copiado el texto, por si te resulta más cómodo de lectura así, y aquí la referencia a la web del periódico.

(Hace tiempo escribí otra cosita sobre Hans Rosling con el provocador título de ¿Vas a dejar que este chimpancé te gane al trivial?)

Pero lo verdaderamente interesante hoy no es que me leas a mí, sino que conozcas a Hans Rosling y sus ideas y su forma de presentarlas, así que, al final del post, te facilito la referencia de alguna de sus conferencias (muchas de ellas subtituladas en español). ¡Disfrútalas y aprende mucho de un maestro de la forma y del fondo!



TACK, MAESTRO!

 Ha muerto Hans Rosling.

No sé si a usted le suena ese nombre, pero es un personaje que merece la pena conocer. Así que, si no a leerme a mí, dedíquele unos minutos a conocerle a él. Su magisterio es hoy más necesario que nunca, especialmente en tiempos en que tanto se habla de post-verdad o de la perdida del valor de los hechos, la lógica y la razón en nuestras opiniones y decisiones políticas y sociales.

Hans Rosling fue un médico sueco que bien joven salió a trabajar a Mozambique y tuvo allí una labor social y científica de primer orden. En momentos llegó a ser el único médico para atender a una población de 300.000 personas y se cuentan anécdotas de su esfuerzo pedagógico por explicar a las comunidades, en momentos de grave peligro personal, el sentido de su trabajo y sus investigaciones. Tuvo un gran papel en la identificación, comprensión y prevención del konzo, una enfermedad que dejaba paralíticos a decenas de miles de niños en zonas pobres de África. Pero su visión era global, identificando finalmente que la mayor causa de enfermedad era la pobreza, la ignorancia y la injusticia. La relación entre la salud y la pobreza fue una se sus obsesiones desde entonces.

Sólo la pérdida de un hijo le hizo volver con toda su familia a Suecia, donde sería profesor de salud pública para los muy afortunados alumnos de Uppsala y luego Estocolmo.

Según pasaban los años, más le sorprendía cómo la mayor parte de nosotros tenemos unas ideas sobre las relaciones internacionales, el desarrollo, la pobreza y la salud que están basadas en muchos casos en suposiciones o datos erróneos. Él comenzaba muchas de sus conferencias preguntando al público por la pobreza en el mundo o la esperanza de vida al nacer a día de hoy y todos, invariablemente, desde los periodistas hasta los premios nobel, apostaban por datos más negativos que los reales.

Si no conocemos la realidad ni sus tendencias difícilmente podremos trabajar por un mundo mejor. Rosling encontró su misión en difundir los datos sobre nuestro mundo de una forma moderna, muy visual, muy gráfica, muy espectacular, en movimiento, en tres dimensiones, siempre vivo, siempre original, siempre entusiasta y apasionado, pero sin perder rigor técnico ni la intención política. Fue un gigante de la divulgación.

Fue un hombre positivo, optimista e ilusionado por lo que se puede hacer en el mundo (y lo mucho que se ha alcanzado) en la lucha contra la enfermedad y  la pobreza. Sólo si sabemos valorar lo mucho hecho podremos animarnos a continuar avanzando.

Rosling ha influido sobre la posición de varios Organismos Internacionales, ha modificado la forma en que nos podemos referir (si nos importa el rigor) a los países “subdesarrollados”, “en desarrollo”,  “del sur” o como queramos decirlo. Ha influido en grandes personalidad (desde Fidel Castro hasta Bill Gates) y sobre millones de personas normales, como éste que les escribe, simplemente interesadas en conocer nuestro mundo sin prejuicios ideológicos (aunque luego cada cual tenga su ideología, obviamente) sólo movidos por la curiosidad y las ganas de trabajar por un mundo mejor, sin esas cadenas mentales con las que nos atamos y limitamos tantas veces.

Rosling merece un homenaje, pero sobre todo su legado merece ser más y mejor conocido. Les remito a sus muy amenas conferencias TED o cualquiera de sus videos fácilmente localizables en la red (algunos de ellos están subtitulados en español), verán ahí sus ideas, su alegría, su responsabilidad y su magisterio que le sobrevivirá muchos años.


Creo que este hombre, encantador y enamorado de la vida, ha hecho una gran contribución para hacer de este mundo un lugar un poco mejor y merece este modesto y breve recuerdo.  Yo reconozco mi deuda intelectual con él. Mi visión del mundo está mediatiza para bien por su magisterio. No se lo pude agradecer en vida, así que lo hago ahora aquí: en sueco, al parecer, se dice Tack!


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Aquí tienes una de sus conferencias más populares. En la misma web tienes alguna otra que presentó en TED, igualmente subtitulada.




Ésta de la BBC no está subtitulada, pero su inglés es muy claro y fácil de entender así que, a poco que sepas algo de inglés, te animo a verlo:



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Como os adelantaba arriba, hace ya 2 años y medio escribí una cosita sobre Hans Rosling aquí que titulé 

"¿Vas de dejar que este chimpancé te gane al trivial?"


te a animo a leerlo hoy, puedes encontrar ahí más ideas y más referencias sobre el trabajo de Rosling y su equipo:


martes, 14 de febrero de 2017

Por una refundación de la UE: March for Europe!

Ayer en las páginas de El País y en otros medios internacionales se publicada una carta de 300 "intelectuales y académicos europeos" que solicitan una refundación de la Unión Europea que garantice el bienestar, la seguridad y la democracia.

No soy yo muy amigo de firmas manifiestos, declaraciones y cartas, pero en ocasiones pienso que puede ser útil y en este caso me parecía desde luego necesario y muy oportuno. Esta carta además estaba escrita en un tono abierto, constructivo y positivo con el que coincido, por eso lo firmé cuando sus impulsores me lo propusieron.

Entre esas 300 firmas hay gente de una enorme talla intelectual y política de toda Europea (del País Vasco están, además de quien esto firma, Kirmen Uribe y Daniel Innerarity).

El documento respalda una iniciativa o movimiento mucho más amplio que llama a una marcha el 25 de marzo en Roma con motivo del 60 aniversario del Tratado de Roma.


Puedes seguir el asunto por Twitter y por otras redes a través del siguiente hashtag:
#marchforeurope2017

Copio aquí el texto íntegro de la carta:

Por una refundación de la UE


Nosotros, los ciudadanos europeos, estamos preocupados y asustados. La crisis económica y financiera nos ha empobrecido. El desempleo juvenil genera el riesgo de una generación perdida. La desigualdad crece, la cohesión social está en peligro. La Unión Europea está rodeada de guerra e inestabilidad desde Ucrania a Turquía, Oriente Medio y el Norte de África. El flujo de refugiados y migrantes se ha convertido en un reto estructural que debemos afrontar juntos, con humanidad y visión de futuro. Somos testigos de las tendencias autoritarias que crecen en varios Estados miembros, y también del ascenso de fuerzas nacionalistas y xenófobas. Se están atacando la democracia y los valores fundamentales de la civilización europea moderna. Se cuestiona incluso la propia Unión Europea, que ha garantizado la paz, la democracia y el bienestar durante décadas.
Nosotros, los ciudadanos europeos, no queremos que nuestros políticos nacionales se preocupen solo de sus próximas elecciones locales o estatales. Es común escucharles pedir soluciones europeas a problemas europeos, pero luego intentan que se vuelvan imposibles de ejecutar o ineficaces. Ignoran propuestas sensatas de la Comisión, o no aplican las ya acordadas entre todos. Reclaman, un día, que Europa actúe, y al siguiente, se quejan de que lo haya hecho. Pedimos, por ello, que nuestros políticos nacionales y los medios de comunicación dejen de entender el proceso de integración como un juego de suma cero, tratando de enfrentar a los países entre sí. En un mundo interdependiente, ninguna nación puede satisfacer por sí sola las necesidades básicas de sus ciudadanos ni garantizar la justicia social. La integración y la gobernanza supranacional son un juego de suma positiva. Nuestro modelo social europeo, basado en la democracia liberal y en la economía social de mercado, solo puede sobrevivir en un sistema de gobernanza multinivel, construido sobre la base del principio de subsidiaridad.
Nosotros, los ciudadanos europeos, somos conscientes de que la globalización está transformando el mundo. Necesitamos un gobierno europeo que defienda nuestros valores compartidos, y que contribuya a una solución conjunta para los problemas que están amenazando a la humanidad. El mundo necesita una Europa que se proyecte al exterior, cosmopolita, que ayude a construir un sistema de gobernanza democrática global más efectivo, capaz de hacer frente al cambio climático y a la pobreza, que luche por la paz, que se involucre en la transición hacia una economía social y medioambientalmente sostenible.
Nosotros, los ciudadanos europeos, reconocemos a la UE como una Res Publica incompleta. Cuenta con un presupuesto ridículo (0,9 % del PIB). No tiene autonomía financiera de sus Estados miembros, ni las competencias necesarias para responder con éxito a los desafíos de la crisis actual. Es cierto que sus órganos legislativos, judiciales y su banco central corresponden a un diseño cuasi federal. Sin embargo, la democracia es la posibilidad de que los ciudadanos elijan su gobierno y este sea responsable de sus políticas. Para que la Unión pueda ser eficaz y democrática en la toma de decisiones, sus decisiones (incluidas las relativas al presupuesto, la política exterior y de defensa, y la reforma de los Tratados) deberían ser adoptadas, principalmente, por una mayoría cualificada que represente la voluntad mayoritaria de los ciudadanos y de los Estados europeos. La Comisión debe convertirse en un gobierno de pleno derecho, que promueva una agenda política legitimada a través de elecciones. Los partidos políticos europeos deberían presentar candidatos a su presidencia en las elecciones europeas. Una alternativa podría ser la elección directa de un presidente de la Unión Europea, fusionando en este cargo las actuales presidencias de la Comisión y del Consejo Europeo.
El 14 de febrero de 1984, el Parlamento Europeo aprobó el llamado Proyecto de Tratado por el que se establece la Unión Europea, también conocido como Proyecto Spinelli. En él, se apostaba por avanzar hacia una unión política, pero los Estados miembros no lo aprobaron. El 14 de febrero de 2017, hacemos un llamamiento al Parlamento Europeo, única institución de la Unión Europea elegida directamente por los ciudadanos, para que tome la iniciativa e impulse una Unión con una base democrática reforzada. Hablar de unión bancaria, fiscal, económica, energética, defensiva, de seguridad o política solo tiene sentido en una Unión Europea auténticamente democrática, en la que sea un gobierno europeo el que impulse dichas políticas.
El 25 de marzo de 2017, los Jefes de Estado y de Gobierno celebrarán el aniversario de los Tratados de Roma, de 1957, en los que se creó la Comunidad Económica Europea y el Euratom. Les pedimos que retomen la visión que tuvieron en su día los fundadores. Deben abrir el camino para una refundación de la UE, y hacerlo sobre la base de una propuesta del Parlamento Europeo. Deben aprovechar los instrumentos del Tratado de Lisboa para fortalecer las instituciones y políticas de la UE, especialmente las relativas a la acción exterior, a la seguridad, a la política económica y a la social. Pedimos también a los jóvenes europeos, a la sociedad civil, a los trabajadores, a los empresarios, a los académicos, a los gobiernos locales y, en general, a todos los ciudadanos europeos, que participen en la Marcha por Europa que tendrá lugar el 25 de marzo en Roma. Juntos podremos transmitir a los líderes políticos la fuerza y el coraje necesarios para conducir a la UE a este nuevo comienzo. La unidad europea es la clave para solucionar nuestros problemas comunes, para proteger nuestros valores, para garantizar, en definitiva, nuestro bienestar, nuestra seguridad y nuestra democracia.
Firman: Gian Paolo Accardo – Alberto Alemanno – Edmond Alphandery – Giuliano Amato –Filippo Andreatta – Daniele Archibugi – Giampiero Armenise Auletta – Matej Avbelj – Roberto Balzani – Enrique Barón Crespo – Gauthier Bas – José María Beneyto – Vitor Bento – Yves Bertoncini – Stanislaw Biernat – Francesco Billari – Angelo Bolaffi – Emma Bonino – Gianni Bonvicini – Donnelly Brendan – Mercedes Bresso – Flavio Brugnoli – Massimo Cacciari –Susanna Cafaro – Raimondo Cagiano De Azevedo – Beniamino Caravita – Franco Cardini –Maria Chiara Carrozza – Roberto Castaldi – Giuliano Cazzola – Innocenzo Cipolletta – Stefan C. Collignon – Carlo Curti Gialdino – Pier Virgilio Dastoli – Mario Di Napoli – Anna Dl Diamantopoulou – Luigi Ferrajoli – Maurizio Ferrera – Thomas Fischer – John Erik Fossum –Marco Frey – Emilio Gabaglio – Antonio Gaudioso – Anthony Giddens – Aidan Gilligan – Enrico Giovannini – Ettore Greco – Marcel Grignard – Robert Grzeszczak – Ulrike Guérot – Paolo Guerrieri – Montserrat Guibernau – Vincenzo Guizzi – Julius Horvat – Fernando A. Iglesias –Daniel Innerarity – Paul Jaeger – Pikalo Jernej – Ireneusz C. Kaminski – Ireneusz P. Karolewski Mathias Koenig-archibugi – Tomasz Kogu – Vladan Lalovic – Fulco Lanchester – Christophe Leclercq – Jo Leinen – Enrico Letta – Lucio Levi – Miguel Poiares Maduro – Paolo Magri –Alberto Majocchi – Mikel Mancisidor – Andrea Manzella – Michaela Marek – Riccardo Marussi –Marco Mascia – Fabio Masini – Yves Meny – Cesare Merlini – Marcello Messori – Kevin Morgan Gilberto Muraro – Holger Nehring – Ferdinando Nelli Feroci – Kalypso Nicolaïdis – Claus Offe Antonio Padoa Schioppa – Francesco Papadia – Antonino Papisca – Gianfranco Pasquino –Otto Pfersmann – Mikolaj Pietrzak – Jernej Pikalo – Fausto Pocar – Fabrice Pozzoli-montenay Adriano Prosperi – Pietro Reichlin – Pietro Rossi – Gianenrico Rusconi – Saskia Sassen –Vivien Schmidt – Ingrid Shikova – Olexander Shnyrkov – Dusan Sidjanski – Denis Simonneau –Enzo Siviero – Magnús Árni Skjöld Magnússon – Francisco Javier Solana De Madariaga –Valeria Termini – Valeria Termini – Giuseppe Tesauro – Nathalie Tocci – Jose Ignacio Torreblanca Payá – Loukas Tsoukalis – Nadia Urbinati – Kirmen Uribe – Antonio Villafranca –Jorge E. Viñuales – Izabela Wróbel – Vladimiro Zagrebelsky