martes, 30 de septiembre de 2014

Una gran noticia para los Derechos Económicos, Sociales y Culturales: ¡el Protocolo Facultativo avanza!

Esta semana pasada Costa Rica ha depositado ante las Naciones Unidas (con fecha de efectividad 23 de septiembre) su instrumento de ratificación del Protocolo Facultativo al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.

Con Costa Rica son ya 16 los estados que hacen parte de este importantísimo Protocolo. Entre las innovaciones más importantes que este Protocolo permite está la posibilidad, por vez primera en el Derecho Internacional, de presentar comunicaciones individuales (o denuncias individuales, para entendernos) por violación de derechos económicos, sociales y culturales.

Estos 16 países que ya han ratificado el Protocolo son: Argentina, Bélgica, Bolivia, Bosnia-Herzegovina, Cabo Verde, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Finlandia, Gabón, Mongolia, Montenegro, Portugal, Eslovaquia, España y Uruguay. Teniendo en cuenta el poco tiempo pasado desde la aprobación de este Protocolo, no se puede decir que sea un mal ritmo de ratificaciones. Además este listado de 16 tiene el enorme valor de que se trata de países muy diversos y de diferentes continentes, con diversas tradiciones jurídicas, diversos índices de desarrollo humano y diversas experiencias de derechos humanos. Desde el principio ha sido muy destacable el porcentaje elevadísimo de estados con lengua española.

La aprobación de este Procotolo, el 10 de diciembre de 2008, fue un gigantesco logro en que tuvo un papel muy importante el trabajo de la sociedad civil. Ha entrado en vigor en Mayo de 2013 (a los tres meses del depósito del décimo instrumento de ratificación, como mandaba su art. 18.1).

¡Felicidades a Costa Rica y a todos sus ciudadanos que desde esta semana cuentan con un nuevo y muy potente instrumento de protección de sus derechos humanos!

Aquí podemos ver el estado de firmas y ratificaciones del Protocolo a día de hoy, según la información facilitada por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU:

http://indicators.ohchr.org/
Estado firmas y ratificaciones Protocolo Facultativo PIDESC: fuente http://indicators.ohchr.org/

domingo, 28 de septiembre de 2014

Unamuno y los Derechos Humanos

Mañana se celebra el 150 aniversario del nacimiento de Miguel de Unamuno. Me considero gran admirador de la persona y de su obra, por eso no podía dejar pasar la ocasión sin sumarme de alguna forma a la conmemoración: intentando aportar algo desde lo que sé y desde mi experiencia.

He escrito un artículo sobre la relación entre Unamuno y los Derechos Humanos que hoy publica el diario DEIA. Es éste un aspecto de su vida bastante desconocido y, como digo en el artículo, difícil de rastrear en sus biografías e incluso en las monografías escritas muchas de ellas sobre los aspectos más políticos o activistas de su trayectoria. Y eso que estas biografias y estas monografías son abundantes y en muchos casos buenas. Recuerdo, por ejemplo, la excelente y muy reciente de Jean-Claude y Colette Rabaté.

Es una aspecto tan desconocido que a muchos sorprenderá -e incluso preveo que a alguno molestará- que califique a don Miguel como antecedente del activismo por los derechos humanos o que compare algunas de las acciones de aquellos días con el actual quehacer de las ONGs de Derechos Humanos. Pero creo que en el artículo justifico suficientemente estas poco habituales afirmaciones. A vuestro juicio dejo decidir si lo he conseguido.

Os adjunto aquí el artículo porque espero que tenga interés no sólo para los curiosos de la vida de Unamuno, confío en que también lo tenga para los interesados en los Derechos Humanos, en el activismo por los Derechos Humanos y en la historia de los Derechos Humanos.

Inicialmente el artículo se iba a titular "Historia de una medalla". Seguramente con acierto, los editores han preferido el más claro título de Unamuno y los Derechos Humanos que deja ver lo que el lector va a encontrar.

PD. Quiero agradecer a Marta, de la Casa Museo de Unamuno, su inestimable y amabilísima información sobre la medalla de que se habla.
http://www.deia.com/2014/09/28/opinion/tribuna-abierta/unamuno-y-los-derechos-humanos

martes, 23 de septiembre de 2014

Memoria colectiva y Derecho Internacional.

Me ha gustado esta breve presentación sobre la relación entre la Memoria colectiva y el Derecho Internacional. La escribe el Prof. Moshe Hirsch, de la Universidad Hebrea de Jerusalem, en la serie de cuadernillos "ESIL Reflections" de la European Society of International Law.

http://www.esil-sedi.eu/
Se trata de un estudio más de sociología del derecho que de derecho positivo. Tiene ideas potentes y ejemplos concretos pertinentes y bien elegidos, de la historia y del presente, de la política e incluso de la economía .

http://www.esil-sedi.eu/node/690
Traduzco sobre la marca unos breves pero significativos párrafos:
 
"El concepto de memoria colectiva parte de la premisa de que la gente normalmente construye sus recuerdos no sólo a través de vías individuales, sino que igualmente lo hace por medio de procesos sociales. La pertenencia a un grupo muy a menudo aporta elementos para la memoria y empuja a las personas a recordar eventos concretos. Los grupos pueden producir recuerdos de eventos que las personas no han vivido directamente. La memoria colectiva a menudo afecta a las emociones individuales y el recuerdo de un evento particular puede generar un sentido de orgullo o de vergüenza entre los miembros de la comunidad."

"La construcción de una memoria colectiva es un proceso selectivo (...) estas narrativas selectivas en ocasiones sugieren un mensaje moral al grupo y suministran alguna guías sobre el comportamiento adecuado."

"La memoria colectiva y el derecho, incluyendo el derecho internacional, interactúan en ambas direcciones: el derecho afecta y es afectado por la memoria colectiva".

Estos comentarios del Prof. Hirsch están escritos como reflexiones generales y teóricas, pero me parecen hoy muy pertinentes para ser leías desde el País Vasco.

Es cierto que la memoria aporta un sentido moral a la comunidad y nos da guías de lo que entendemos por una conducta adecuada o deseable entre nosotros, por eso el ejercicio de una memoria digna es tan importante ahora en nuestro país: no cualquier fin de la violencia nos sirve, no cualquier lectura del pasado es aceptable, ni siquiera como precio de la paz. Sólo nos vale un fin que esté basado en la dignidad de las víctimas y la irrenunciabilidad de sus derechos, de todas las víctimas, y en la ilegitimidad de toda violación de los derechos humanos, venga de quien venga. Una sociedad, en definitiva, que respeta y practica el derecho a la verdad, a la memoria y a la justicia, esa tríada ya ligada definitivamente al sistema de los derechos humanos.

Y porque la interacción entre memoria y norma es, como dice el Prof. Hirsch, de doble vía ("dialéctica", habríamos hace 25 años sin tener que pedir perdón por ello), es tan importante que no hagamos trampa, no impongamos -ni nos dejemos imponer- normas parciales o partidistas para subrayar una violencia y al tiempo ocultar o incluso justificar otras.

Éste es uno de los grandes retos de nuestra sociedad. Es por ello que me ha parecido oportuno recoger este cuadernillo y compartirlo aquí.

domingo, 21 de septiembre de 2014

21 de septiembre: Día Internacional de la Paz.

Hoy, 21 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Paz.

http://www.un.org/en/events/peaceday/
 
Ante semejante ocasión podríamos preguntarnos con afán provocador: ¿y para qué sirve un día internacional de la paz? Algunos días internacionales sirven para dar a conocer un problema o para sensibilizar a la población sobre una cuestión (una enfermedad rara o un conflicto olvidado, por ejemplo). Pero no creo que la paz sea desconocida, ni esté necesitada de publicidad o promoción. Todo lo contrario: una promoción sin contenido, sin intención política podría ser vista como inane y, por lo tanto, resultar contraproducente como evento o desmovilizadora.

Entiendo por tanto que un Día Internacional de la Paz debería servir no tanto para sensibilizarnos sobre su urgente necesidad, ni tampoco para denunciar su sangrante ausencia en tantos conflictos que se suceden a lo largo del mundo y que conocemos, al menos superficialmente, si estamos un tanto atentos a los noticiarios o a los periódicos. Un Día Internacional de la Paz debería servir para conocer las nuevas complejidades de la paz en nuestro mundo contemporáneo y también para conocer experiencias reales y vivas de construcción de paz en el mundo. Hay conflictos, sí, pero también hay innumerables personas y organizaciones que trabajan por la paz, innumerables experiencias algunas de ellas de éxito. Saber que se puede, saber que hay esperanza, que hay experiencias exitosas es tan importante como la denuncia.

El tema de este año era prometedoramente potente: el derecho de los pueblos a la paz con motivo del 30 aniversario de la Declaración de la Asamblea General sobre el Derecho de los Pueblos a la Paz.


Otros años en este mismo día he remitido a los discursos o bien del Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, o bien de la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova. Este año añadiré otro más, también del ámbito onusiano, y lo justificaré.

El discurso del Secretario General de la ONU es este año un poco flojo, a mi parecer. Bueno, sinceramente, muy flojo: una declaración cándida una invitación a la bondad, una sucesión de tópicos bienintencionados, con un regusto casi a poesía escolar. No veo en él la intención política que le debemos exigir al líder de la ONU ante una oportunidad de reforzar el discurso del Derecho de los Pueblos a la Paz. Un oportunidad perdida... y una celebración un tanto vacía. Habla de solidaridad, de desarrollo y de causas del conflicto, bien, pero ni siquiera menciona los derechos humanos o la democracia o la justicia social. Parece una paz demasiado meliflua, poco potente.

El discurso de la Directora General de la UNESCO me gusta más: tiene más intención y contenido políticos. Habla de educación, de derechos humanos, de dignidad humana y de democracia. Insiste en el derecho humano a la educación de una manera muy concreta e incluso se refiere a la libertad de expresión y de protección a periodistas. Habla de cultura, patrimonio e identidad. La paz de este discurso tiene más potencia y contenido. En un paz en la que podemos y queremos reconocernos.

Pero decía que este año quiero llamar la atención de un tercer discurso: el de Helen Clark, la máxima responsable (administradora es su título) del PNUD (UNDP- Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo). La Sra. Clark nos recuerda que la paz nunca existe en el vacío, nos habla de desigualdades y de pobreza, de la desigual distribución del poder y de los recursos. Nos contextualiza la paz en relación al cambio climático, en relación al acceso a la alimentación, al agua y a la energía. Nos habla de refugiados, de desplazados y de pueblos indígenas.

Y Helen Clark no se limita a describir, sino que además nos plantea una agenda de trabajo global: la del post-2015. Nos presenta el trabajo del PNUD. Subraya algunos retos importantes, como el del trabajo.

Como no podía ser menos Clark recuerda la Resolución 1325 sobre la mujer y la paz y pone ejemplo de mujeres y organizaciones de mujeres trabajando hoy por la paz.

http://www.1325mujerestejiendolapaz.org/index.html

El párrafo final de su discurso es muy significativo, sobre todo si lo comparamos con el de su jefe, Ban Ki-moon. Clark no sólo señala el papel de la ONU que "debe seguir siendo una voz en favor del diálogo, el entendimiento y la tolerancia ente los pueblo y todas las fes y creencias", sino que de inmediato añade "que los estados deben considerar el desarrollo y los derechos humanos como los fundamentos de la estabilidad y de una paz duradera".

Queda creo claro, que entre las declaraciones onusianas por el Día Internacional de la Paz me quedo este año, por este orden, con la de la Sra. Clark en primer y destacado lugar, con la de la Sra. Bokova en segundo término, y muy rezagado, en último lugar, con la anodina declaración de Ban Ki-moon.

sábado, 20 de septiembre de 2014

Los recortes y los derechos sociales

En la entrada anterior comentábamos el Informe DEC 2014 que evalúa los servicios sociales en España por comunidad autónoma.

Ya indicamos ahí los límites de una evaluación de la calidad de las políticas sociales basada en el presupuesto o en el gasto, pero aún así saber cuánto gasta cada Comunidad Autónoma en servicios sociales es un dato obviamente importante.

Según ese informe citado la comunidad autónoma que más ha recortado sus presupuesto en estos dos últimos años ha sido Castilla la Mancha (un 28,1 % frente a un 13,3% de media española).

He recordado entonces que la Presidenta de esta Comunidad Autónoma, María Dolores de Cospedal, ya dejó claro hace 2 años cuáles eran sus intenciones:

"la cultura de la subvención por la subvención ya no es posible, ni en Castilla-La Mancha ni en ningún sitio. Tenemos que dejar de defender como una bandera que todos tenemos derechos que se pueden escribir pero no se pueden pagar."

En su momento contesté a ese discurso con comentario un blog anterior que hoy, ante esta noticia, no me parece inoportuno recordar. Aquí está aquella respuesta.

Como resumen bien podría valer este párrafo, si se me permite la autocita, sobre los DESC (Derechos Económicos, Sociales y Culturales):

"es momento de decir que la doctrina de los DESC tiene poco o nada que ver con la 'sopa boba', tiene que ver por contra con construir un sociedad inclusiva, responsable con sus recursos, que no los despilfarra sino que los invierte en la gente, en su salud y en su educación, en su futuro, que apuesta en el progreso y el desarrollo de un país a través de su gente. Los DESC obligan al estado no a inventarse dinero o a endeudarse más allá de lo que sea prudente en cada momento, sino a gestionar lo público con rigor apostando por la dignidad y el futuro de las personas. La igualdad en los derechos básicos no es un lujo caro de tiempos de bonanza, es un requisito de legitimidad de un estado democrático."

Creo que ante los datos aportados por el Informe DEC aquellas palabras tienen hoy tanto sentido y actualidad como hace dos años.

Índice DEC - Medidores servicios sociales en España por Comunidades Autónomas

Los medios se han hecho eco de un muy interesante informe en que la Asociación Estatal de Gerentes de Servicios Sociales presenta el Índice DEC-2014 (índice de Desarrollo de los Servicios Sociales) sobre las estructuras, prestaciones y presupuestos relativos a los servicios sociales en España.
http://www.directoressociales.com/images/documentos/novedaddiscusion/SINTESIS%20INDICE%20DEC%202014.pdf
Informe DEC 2014
Antes de comenzar a analizar los gastos públicos quiero decir que el gasto no es un parámetro único o definitivo para juzgar el estado de los servicios sociales en un territorio. Se puede gastar mucho y mal en un sitio y se puede gastar algo menos y mejor en otro. El gasto aporta información útil, obviamente, y ayuda a comparar comunidades y también a estudiar la evolución al interior de cada una de ellas, pero, como el propio informe reconoce, "no por destinar más dinero quiere decir que una comunidad autónoma tenga mejores servicios sociales". Decir esto tan evidente en determinados contextos parece políticamente incorrecto y se arriesga uno a ser descalificado por ello, pero creo necesario indicarlo.

Por eso la cuestión de los medidores de derecho sociales es tan importante: un asunto en el que se debe trabajar aún mucho tanto en el ámbito local como en el internacional. Algo sé de la cuestión, puesto que en el Comité DESC de la ONU llevamos algún tiempo trabajando en esta cuestión.

Y por eso mismo me ha interesado mucho este Informe DEC con sus hasta 18 indicadores distintos que evalúan derechos (con 6 indicadores), datos económicos (con 3 medidores) y cobertura efectiva (con 9 medidores). Me parecen indicadores bastante completos y equilibrados.

Según el Índice DEC: "por Comunidades Autónomas, Euskadi, con 7,5 puntos y una calificación de "Medio Alto" y Castilla y León, con 6,65 puntos y una calificación de "Medio", son las mejor valoradas. La Comunidad de Valencia continúa a la cola, con una puntuación de 0,6 puntos sobre 10 y una calificación de "Irrelevante" para sus servicios sociales."