domingo, 29 de abril de 2018

Mensajes de paz en Corea

Aquí mi columna de esta semana en los diarios del Grupo Noticias (DEIA y Noticias de Gipuzkoa).
Esta vez tocaba sobre la cumbre intercoreana:
Mensajes de paz en Corea.
#MirarHaciaOtroLado







MENSAJES DE PAZ EN COREA




LA cumbre intercoreana de este viernes ha sido histórica (me disculparán que el arranque no resulte muy original). El encuentro entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el surcoreano, Moon Jae-in, ha estado lleno de símbolos, momentos para la memoria, pompa colorista, estudiada escenificación y actos de profundo significado para un país (o dos) que lleva 70 años separado y ha vivido una crudelísima guerra que diezmó su población en los 50 y no se ha terminado de cerrar, sucediéndose en estos decenios numerosas escaramuzas y crisis varias.


Todavía hace pocos meses que los surcoreanos tenían misiles atómicos volando sobre sus cabezas y ninguna garantía de que alguno de ellos no terminara cayendo. Todos se jugaban mucho en la cumbre del viernes.


Corea del Sur sueña con una reunificación con libertades y derechos, y más importante y urgente, necesita disfrutar de unas garantías de paz que no queden al albur del capricho de un mandatario absolutista que un día se levanta en modo estadista responsable, y al día siguiente en modo adolescente malcriado con juguete nuclear. Añoran un país unificado, pero están más interesados en la seguridad, el mantenimiento del bienestar y por la situación de las familias que fueron separadas y rotas.


Corea del Norte necesita reconocimiento internacional y garantías de que los avances hacia la paz o la reunificación no pongan en peligro su sistema, lo que parece la cuadratura del círculo. Ha basado hasta hace nada su estrategia en el desarrollo de su armamento nuclear y no puede renunciar tan fácilmente a él.


Estados Unidos es pieza clave en este juego y necesita la desnuclearización, como lo es China que por su lado necesita la estabilidad. En este juego hay dos actores que aparecen un poco más desdibujados: Rusia y Japón.


Rusia, en su inmensidad, es vecino aliado de Corea del Norte desde los tiempos de Stalin. Busca ahora una mayor equidistancia para no perder influencia sobre el conjunto de la península, pero no al precio de renunciar a su papel de mediador necesario entre Pyongyang y Washington. Putin no puede permitir que un acercamiento entre las dos Coreas sea apadrinado únicamente por los Estados Unidos y China quedando como invitado de segunda.


Japón tiene otros intereses: el primero, la seguridad, la economía el segundo. No puede quedar relegado a la irrelevancia por su aliado norteamericano, tras haber invertido Shinzō Abe, el Primer Ministro, tanto capital político en su buena relación personal con Trump.


Al principio parecía que este encuentro del viernes era solo una etapa de preparación de la cumbre entre Kim Jong-un y Trump. Pero ha adquirido entidad propia. Los países del entorno se juegan sus zonas de influencia y sus intereses, la población su seguridad, la comunidad internacional la desnuclearización de la zona y la paz regional. La historia se juega el fin de la gran guerra caliente de la guerra fría.


La cumbre ha tenido imágenes y simbolismo a raudales. El tiempo dirá si ha servido para la paz o ha quedado en teatro para mejor colocar las espadas.



lunes, 23 de abril de 2018

A vueltas con el Diario de Ana Frank



Escribo esta nota con dolor y rabia. Sí, es que me repugna cuando la ignorancia es, además de osada, cruel.




Hoy El País publica un bonito reportaje firmado por Jan Martínez Ahrens sobre una exposición celebrada en un pueblito de Iowa en torno Ana Frank y su Diario. El reportaje no incluye, ni lo pretende, revelaciones novedosas sobre la vida o la obra de Ana, pero sí trata con respeto una interesante historia paralela o derivada (la de su "amiga" epistolar de América) y da a conocer una loable iniciativa en el citado pueblo por recordar esa historia. Sin más. No es poco. Yo lo he leído esta mañana en la edición en papel con interés y gusto.








Pero si traigo esa historia aquí es porque esta noche he querido entrar en la edición digital del reportaje. Sabía lo que buscaba y lo que me arriesgaba a encontrar. No era lo que escribe Jan, ni las fotografías que se acompañan. Quería leer los comentarios. Sabía que asumía un riesgo, pero no esperaba que fuera tan alto. El riesgo de darte de bruces con esa combinación de obstinada ignorancia, intencionada crueldad e irresponsable insolvencia propia de la peor cara de las redes.




La ignorancia es excusable cuando es insalvable, pero no cuando uno tiene a su disposición toda la información y se empeña sin embargo libremente en optar por las versiones más tontas, más increíbles, mas morbosas, más supuestamente alternativas... y más falsas de cada historia. En ese caso la decisión de equivocarse se torna en decisión responsable por mentir, por liar, por confundir, por embarullar, por convertir las redes en fango, inmundicia y porquería. No, no hay inocencia: hay maldad.




En el momento en que escribo esta nota hay 25 comentarios. Sin ánimo de ser exhaustivo:
- 6 de ellos (más de un 20%!!!!!) afirman directamente que el Diario es una falsificación, incluso que Ana no existió; que es todo una industria; sale a relucir la historia sobre que estaban escritos a boli o que los Diarios fueron escritos por su padre una vez terminada la guerra (tres personas afirman con rotundidad y aparentando tener elementos concluyentes, como si de constatar un hecho se tratara, semejante mentirosa burrada tan del gusto de revisionista y negacionistas, incluso afirmando que el propio padre lo reconoció). Son versiones torpemente zurcidas con elementos de aquí y de allí unidos alevosamente para que los datos terminen diciendo lo contrario de lo que verdaderamente dicen si se ordenan con rigor conociendo la historia del Diario.
- otros 2 hacen simplemente consideraciones despectivas gratuitas.
- otros 3 se centran en el originalísimo hallazgo de que hay otras víctimas en el mundo además de Ana Frank.
- otros 4 se enzarzan en debates paralelos (si Ana era más holandesa que alemana o viceversa).
- de otros soy incapaz de entender la intención o sentido de su comentario.
- finalmente hay unos pocos (¿quizá dos o tres?) comentarios respetuosos o positivos.




Hace 10 días tuve el honor de compartir mesa en el Parlamento Europeo con la historiadora Deborah Lipstadt, famosa por su lucha académica, social y luego, muy a su pesar, judicial contra el negacionismo. En su intervención tocó también el ejemplo de la polémica del Diario de Ana Frank.




Su historia ha sido recientemente (2016) llevada a la pantalla bajo el título DENIAL y su personaje interpretado por  Rachel Weisz.




La mesa trataba de ciencia. ¿Qué pintaba una historiadora como ella en semejante mesa? Resultó una ponencia inolvidable: ella nos habló de cómo luchar contra el negacionismo y cómo alguna de las lecciones que ha aprendido pueden servir para luchar, por ejemplo, contra el negacionismo en ciencia (desde el SIDA al Cambio Climático, pasando por las vacunas) y contra las pseudociencias.


Respiro y aprendo de su perseverante y sabia calma. Y, como ella, no me rindo, pero con tranquilidad les remito, si les interesa, al documento de "10 preguntas sobre la autenticidad del Diario de Anna Frank" publicado por su Casa Museo.


Además déjenme un último homenaje a Miep Gies, la mujer que recogió del suelo de la casa de atrás el diario de Ana poco después de que se llevaran a sus ocupantes y que lo entregó después a su padre, cuando éste volvió vivo (quizá ése es la culpa que no le perdonan) de los campos de exterminio en que perdió a su mujer y sus dos hijas. Escribí hace unos años un artículo sobre ella. Aquí lo tienes.


No tenía intención de hablar del día del libro, pero he escrito hoy una entrada sobre uno de los más grandes y verdaderos libros del siglo XX.

jueves, 12 de abril de 2018

Ciencia para la democracia en el Parlamento Europeo

Ayer tuve la oportunidad de participar con una ponencia en el World Congress for Freedom of Scientific Research en el Parlamento Europeo, en Bruselas.







El panel trataba sobre "Ciencia para la Democracia" y pude aprovechar para presentar el trabajo que estamos haciendo en el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales sobre Derecho a la Ciencia.


Este evento está organizado por la Asociación Luca Coscioni y varios europarlametarios italianos, entre ellos tuvimos ayer entre nosotros al Presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, Antonio Panzeri.




La intención fue en inglés pero únicamente he encontrado la versión traducida al italiano que emitió la emisora italiana Radio Radicale en directo desde Bruselas y que se puede ver enlazado aquí abajo:

 https://www.radioradicale.it/scheda/537606/la-scienza-per-la-democrazia-5o-congresso-mondiale-per-la-liberta-di-ricerca 
Hubo intervenciones interesantísimas, como las de Michele DE LUCA, del Center for Regenerative Medicine University of Modena; Giulia DEL BRENNA, en nombre del Comisario Carlos MOEDAS, encargado de Research, Science and Innovation; Tracey BROWN, Director, Sense about Science; Jessica WYNDHAM, de la American Association for the Advancement of Science; Deborah LIPSTADT, Dorot Professor of Modern Jewish History and Holocaust Studies at Emory University, Georgia; Walt ORENSTEIN, former director of the United States National Immunization Program; Guido SILVESTRI,  Chief of the Division of Microbiology & Immunology, Professor and Vice-Chair for Research in the Department of Pathology and Laboratory Medicine at the Emory University School of Medicine, Georgia; o Carl HART, Columbia University.


Se trataron temas como la política científica, las fake news y la post verdad; el negacionismo tanto del holocausto como del SIDA; los movimientos antivacunas, etc.


Finalmente se anunció la idea, en la que la Asociación Luca Coscioni y otros llevamos un tiempo soñando, de la creación de una red, alianza o plataforma internacional de organizaciones que trabajan por el Derecho Humano a la Ciencia. De momento hasta aquí puedo leer. Os tendré informados de este interesantísimo asunto al que auguro gran futuro y que va a nacer con gran potencia.







sábado, 7 de abril de 2018

La llamada de la tribu de Mario Vargas Llosa

Los medios del Grupo Noticias, DEIA y Noticias de Gipuzkoa, publican mi columna semanal #MirarHaciaOtroLado que hoy dedico al nuevo libro de Mario Vargas Llosa: La llamada de la tribu.









Hace unos días visité Lima para dar unas clases y me pareció el sitio adecuado para comprarme el último libro de Mario Vargas Llosa. Tras picar un poco en el largo vuelo de vuelta, la Semana Santa me ha regalado un tiempo precioso para terminarlo. El libro se titula La llamada de la tribu.


Vargas Llosa presenta en este libro a siete pensadores que han sido claves en su evolución intelectual y política, en su transformación desde el joven comunista á la Sartre que fue en Lima, hasta el liberal de Madrid que es hoy. Por eso el autor reconoce que “no lo parece, pero se trata de un libro autobiográfico”.


Lo mejor del libro quizá sea su prólogo, donde cuenta esa evolución desde “la identificación con la Revolución cubana que duró buena parte de los años sesenta y a la que defendí con manifiestos, artículos u actos públicos”. Recuerda sus años parisinos en que gusta de leer autores que le retan intelectualmente precisamente por defender posiciones ideológicas muy diferentes. Impagable es ese párrafo en que confiesa que “una vez a la semana compraba a escondidas el periódico réprobo de la izquierda, Le Figaro, para leer el artículo de Raymond Aron, cuyos penetrantes análisis de la actualidad me incomodaban a la vez que me seducían”. Reconozco en esa atracción que ejerce el pensador ideológicamente lejano, pero al que se reconoce inteligencia, honestidad y saber, la semilla de la maravillosa aparente traición a uno mismo que supone evolucionar y cambiar para ser así aún más uno mismo siendo distinto. No pocas veces leí yo a mis veintitantos algunos ensayos del propio Mario Vargas Llosa, no a escondidas pero sí con esa mezcla de incomodidad y seducción de la que él habla, como practicando un vicio un tanto impuro.


Evoluciona Vargas Llosa a un liberalismo cada vez más clásico pero también abierto y tolerante, como el de sus maestros, y en todo caso basado en la igualdad de oportunidades que sólo puede partir, eso lo defiende con claridad, de una educación universal de calidad para todos.





Tras el prólogo vienen siete ensayos breves que presenta a los grandes pensadores que han marcado, acompañado o incluso provocado ese periplo ideológico: Adam Smith, Ortega y Gasset, von Hayek, Karl Popper, Raymond Aron, Isaiah Berlin y Jean-François Revel.


Estos ensayos no son una obra de investigación académica, ni lo pretenden. Están escritos por un hombre apasionado que a estas alturas no vamos a descubrir que es inteligente, incisivo, culto y que escribe maravillosamente bien. De modo que se leen con mucho agrado y provecho.


Yo me reconozco en su repaso a tres autores que también han sido importantes en mi propia evolución intelectual: Popper, Aron y, sobre todo, Berlin. El ensayo sobre Berlin me ha conmovido especialmente no sólo por leer ideas que he pensado yo en ocasiones creyéndome original, sino por descubrir que las circunstancias biográficas en que Vargas Llosa descubre a Berlín, su forma de ir entrando en este autor y las razones de su estima son casi calcadas a las mías.


Muy pertinente resulta su interés por aclarar la diferencia entre el liberalismo y el conservadurismo o la derecha, conceptos tan confundidos en nuestro entorno. El ejemplo de Trump, tan de derechas y tan antiliberal, sirve de ayuda.


Dos reproches le puedo hacer al libro. El primero es que para Vargas Llosa el liberalismo político va necesariamente unido al liberalismo económico, cosa que yo no tengo por tan cierta. Creo compatibles diversas relaciones de liberalismo político y socialdemocracia económica, por ejemplo, en diferentes equilibrios posibles. El otro asunto es menos teórico y más visceral. El autor se muestra duro con los intelectuales de izquierda que fueron insensibles al sufrimiento humano, que fueron ciegos a la represión cuando se vestía de rojo esperanza, que apoyaban regímenes totalitarios si el discurso prometía con suficiente pasión el asalto a las puertas del paraíso. Me sorprende verle sin embargo más comprensivo con alguno de sus autores preferidos cuando apoyaba regímenes igualmente violentos y liberticidas pero de otro color distinto, del tono, por ejemplo, de las gafas de sol de Pinochet.





 http://www.deia.eus/2018/04/07/opinion/tribuna-abierta/la-llamada-de-la-tribu-de-vargas-llosa 











jueves, 5 de abril de 2018

Jordi Sánchez, Puigdemont y el Comité de Derechos Humanos de la ONU

Hoy escribo en El Correo un artículo sobre los casos de Jordi Sánchez y Carles Puigdemont ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU.
 
Primero intento explicar en qué consiste lo que ha sucedido: el registro de los casos (y la solicitud de medidas provisionales en el caso de Sánchez).
En segundo lugar digo que en mi opinión son casos diferentes y comparto una impresión muy inicial sobre su diferente fundamento.
En tercer lugar hablo del carácter jurídico de las decisiones de los Comités que resuelven comunicaciones individuales.
Termino, en cuarto lugar, con una valoración más política.

Como veis mucha cosa para un solo artículo de prensa, por lo que es fácilmente comprensible que no se pueda entrar en grandes profundidades.

Es muy posible que a muchos no guste lo que pienso y digo. Pero creo que la mayor contribución que uno puede hacer a su comunidad es compartir con honestidad lo que piensa, sobre un asunto sobre el que algo se sepa, claro, y decirlo de forma respetuosa y aceptando margen de error. Es lo que creo estar haciendo aquí.


 



PUIGDEMONT, SÁNCHEZ Y EL COMITÉ DE DERECHOS HUMANOS DE LA ONU



Los medios informan estos días de que los casos de Jordi Sánchez y Puigdemont “han sido admitidos a trámite” por el Comité de Derechos Humanos de la ONU. Algunos entienden que la ONU reconoce así fundamentos de violación de los derechos civiles y políticos de los demandantes. Otros, con agenda política contraria, cuestionan la función jurisdiccional del Comité. Además este órgano ha solicitado medidas cautelares para proteger los derechos políticos de Sánchez. Algunos grupos políticos buscan “explotar el filón de la ONU” para recuperar la candidatura de Sánchez a la presidencia y han presentado un escrito ante el Tribunal Constitucional para hacer valer estas medidas cautelares.

En la primera parte de este artículo quiero explicar las noticias arriba referidas de la forma más objetiva que sea capaz. En una segunda parte me permitiré opiniones más personales, pero sin salirme de la cuestión jurídico-internacional y huyendo de consideraciones más políticas. Procuraré dejar claro cuándo explico hechos y cuándo doy opiniones.

El sistema de denuncias (o comunicaciones o quejas) individuales está basado en un Protocolo al Pacto de Derechos Civiles y Políticos que los países pueden, en el libre ejercicio de su soberanía, ratificar. España ratificó al recuperar a democracia tanto el Pacto como el Protocolo, de modo que participa desde entonces de este sistema que, tras su publicación en el BOE, forma “parte del ordenamiento interno” (art. 96 Constitución Española). Así que lo que en adelante hablemos no está referido a una autoridad ajena o externa al ordenamiento jurídico o al sistema político españoles, sino referido a una institución (Comité) y unas normas (Pacto y Protocolo) tan propias del derecho español como cualesquiera otras creadas por ley, con la salvedad circunstancial de que están compuestas por expertos internacionales y tienen su sede en Ginebra.

Las denuncias allí presentadas pasan por tres fases: registro, admisibilidad y estudio de fondo (o méritos). El registro en un paso, casi más administrativo que jurisdiccional, que se da cuando la secretaría comprueba la concurrencia de ciertos requisitos objetivos básicos previos al estudio, como que la denuncia se refiera a un Estado que ha ratificado el Protocolo y a un derecho protegido por el Pacto. En los casos Puigdemont y Sánchez estos requisitos se dan sin duda, de modo que el Comité los ha registrado. La comunicación del registro es el punto de inicio del procedimiento y no prejuzga nada. Hacerlo sería contrario a los principios esenciales del derecho, puesto que no se ha dado aún ocasión a la parte demandada de expresarse.

Ahora se abre el momento de presentación de alegaciones. La siguiente fase será el estudio de la admisibilidad. Entonces el Comité deberá estudiar si se dan los criterios que permitan su admisión. Entre los requisitos hay uno que será seguramente clave en estos casos: el agotamiento de recursos internos.

Por fin el procedimiento entraría, si aprobada su admisibilidad, en la fase de estudio del fondo y se resolvería si ha habido o no vulneración de derechos. Todo el procedimiento puede durar entre un año, si es declarado inadmisible, o hasta cinco, si se debe entrar en un complejo debate de sus méritos.

Hasta aquí la parte más objetiva. A partir de aquí, si les interesa, mi opinión.

Se trata de dos casos distintos. El caso de Sánchez, por lo que hemos podido saber, incide en los derechos de participación política especialmente limitados tras su ingreso en prisión. Que yo sepa no hay una jurisprudencia del Comité en el sentido de que la prisión preventiva no pueda conllevar algunas limitaciones de ciertos derechos políticos. No me parece un caso fácil.

¿Qué añade la solicitud de medidas cautelares? Al ser genérica, funciona como un recordatorio de que sus derechos políticos deben ser respetados mientras se resuelve el caso. No supone juicio de valor alguno sobre si hasta la fecha lo han sido o no. No contiene una solicitud de una medida concreta. Es correcto remitir el escrito ante el Tribunal Constitucional y lo que éste debe hacer es asegurarse de que las limitaciones existentes son con arreglo a derecho, incluidos los tratados de Derechos Humanos. El Comité juzgará a posteriori si esas limitaciones aplicadas respetaban o no los estándares internacionales establecidos en el Pacto.

El caso de Piugdemont es, a mi juicio, más difícil. Reclama vulneración de derechos de asociación y asamblea; de opinión y expresión; y de participación política. Pero, se tenga la valoración política que se quiera sobre lo sucedido en los últimos cinco meses, mi impresión es que a los efectos del caso su huida hace la demanda más frágil que la de Sánchez, tanto en admisibilidad, como en fondo.

Queda un último asunto. ¿Y si finalmente se condena a España? El Comité podría solicitar medidas económicas o morales. ¿Estaría obligada España a cumplir?, dicho de otra forma, ¿estamos ante un sistema realmente judicial, con resoluciones jurídicamente vinculantes, o ante un sistema no judicial con recomendaciones de valor meramente moral o político?

La ONU se refiere a este sistema de demandas ante órganos de tratados (comités) como cuasi-judicial, puesto que cuenta con elementos judiciales, pero no todos. Los estados se obligan a dar “debida consideración” a estas resoluciones, con “efectividad” por medio de una “implementación satisfactoria” pero no necesariamente en todo caso un cumplimiento en sus términos exactos. Caben incluso extremos de supuestos de “buenas razones” para justificar un incumplimiento. En España, como en el resto de países, se han dado casos de implementación satisfactoria y otros de incumplimiento. La efectividad de este sistema, con más de 1.000 casos ya resueltos contra los diferentes estados, se da muchas veces por otras vías indirectas.

La cuestión del carácter judicial, no-judicial o cuasi-judicial de estas resoluciones es un debate abierto en el derecho internacional y en el derecho y la práctica tanto de España como de los países de nuestro entorno. Los matices sobre los tipos y grados de obligatoriedad son sin duda posibles, pero lo que no cabe es una afirmación genérica y grosera de ausencia total de obligación, que sería contraria tanto al Derecho de los Tratados como a la Constitución Española.

En todo caso este sistema se creó para la mejora de prácticas de Derechos Humanos, no para la resolución de conflictos políticos. No debemos esperar que la clave de la solución de este concreto conflicto venga de Ginebra, Bruselas o Schleswig-Holstein, ni siquiera principalmente de Madrid (habiendo aquí mucho que rectificar y mejorar), sino, creo yo, en de acuerdo amplio entre catalanes. Pero éste es ya otro asunto que aquí ni toca ni cabe.

domingo, 1 de abril de 2018

Locura y esperanza en la República Centroafricana

Hoy hablo en mi columna #MirarHaciaOtroLado de la República Centroafricana. Lo publica DEIA y Noticias de Gipuzkoa.


Lo título por las razones que se comentan "Locura de esperanza en la República Centroafricana".










LOCURA DE ESPERANZA EN REPÚBLICA CENTROAFRICANA




Hace unos días les comentaba a ustedes en esta misma columna sobre el Informe Global de Felicidad y su listado de países más y menos felices. A la cola de este listado se encuentra la República Centroafricana. Y tienen motivos.


La República Centroafricana ha vivido un conflicto armado durísimo. Trece de los catorce grupos armados acordaron en junio iniciar un proceso de paz y reconciliación, pero este acuerdo no ha conseguido el cese de una violencia que se retroalimenta y se ha convertido en la única forma de vivir (y de morir) para muchos centroafricanos. Un país que sufre, quizá como el que más, la maldición de los recursos: esa maldición por la cual tener uranio, oro, petróleo, madera noble y diamantes en abundancia tal que podrían dar sobradamente para asegurar educación, salud, bienestar a todos sus ciudadanos, se convierte en una maldición de conflicto, violencia y dinero sucio manchado de sangre y sufrimiento que todo lo compra y todo lo prostituye


La violencia entre unos grupos más o menos musulmanes, como Seleka, y otros más o menos cristianos, como los Anti-Balaka, se mantiene. Estos últimos días hemos recibido informes de violaciones masivas de decenas de mujeres en algunas comunidades o de ataques a escuelas con asesinatos de maestros y misioneros.


Por si esto fuera poco, la República Centroafricana ocupa el último lugar en el Índice de Desarrollo Humano, como país con menor nivel de Desarrollo Humano de los 188 medidos por el PNUD. Tiene el PIB per cápita más bajo del mundo y una esperanza de vida de 51,5 años. Este país depende casi totalmente de la cooperación internacional para proveer a sus ciudadanos los servicios más básicos, especialmente la alimentación y la salud. Un país de cinco millones de habitantes, con 500.000 refugiados en los países del entorno y más de 680.000 desplazados internos.


Un país dividido, ultrajado y sin trabajo cuyo escudo dice, ajeno al principio de realidad, “Unité, Dignité, Travail”.


Pero no todo son malas noticias. El representante especial de la ONU en este país insiste en que “a pesar de la adversidad, la paz está avanzando en el país y el Gobierno está trabajando arduamente para restaurar la autoridad del Estado y fortalecer las instituciones democráticas”. La República Centroafricana asegura querer hacer de la educación una prioridad nacional, pero parece un objetivo muy difícil cuando no sólo no hay recursos, sino que los diferentes grupos armados atacan las escuelas y hacen de ellas barracones militares o arsenales.


En la República Centroafricana la violencia crea imágenes dantescas de violaciones, machetazos, masacres y ríos de sangre y lodo. Pero también presenta historias increíbles como la que cuenta el periodista Alberto Rojas del obispo cordobés Juan José Aguirre, que mantiene refugiados en diversas iglesias de su Diócesis de Bangassou a 2.000 musulmanes que huyen de las masacres. Es una situación insostenible -sin servicios sanitarios ni alimentos- y extremadamente vulnerable -con milicias rodeando y dispuestas a entrar violentamente en cualquier momento- que sólo la locura de la esperanza mantiene viva.


En ese contexto, nos ha tocado estos días colaborar en la promoción del derecho a la educación en este castigado país. Se trata de avanzar en el objetivo de conseguir una educación básica para todos y sin discriminación de género y de conseguir que las escuelas sean respetada de acuerdo a las leyes de la guerra.


Y en ese contexto, hemos visto cierta esperanza en medio del horror. A esa llama, tal vez un tanto loca, tal vez no muy realista, tal vez no del todo racional, pero sí muy humana, me aferro.