lunes, 6 de julio de 2015

Viñedos franceses reconocidos como Patrimonio Mundial por la UNESCO, La Rioja, sin embargo...

El Comité de Patrimonio de la UNESCO reunido esta semana en Bonn ha aprobado dos candidaturas de paisaje de viñedos franceses que pasan así a formar parte del listado de Patromonio Mundial.

Son

- Les climats du vignoble de Bourgogne

http://whc.unesco.org/fr/list/1425/

- Coteaux, maisons et caves de Champagne.

http://whc.unesco.org/fr/list/1465/

Primero debo dar mis sinceras felicitaciones a las cadidaturas de Borgoña y de Champagne. Felicidades a quienes han llevado las candidaturas. Felicidades a los hosteleros, agricultores, bodegueros y a todo el sector del turismo de calidad, del turismo cultural, gastronómico y enológico de estas dos regiones. Todos ellos saldrán ganando.

Mientras ellos han llegado a la meta, la candidatura de La Rioja prácticamente no ha podido salir de meta aún.

La Rioja tiene un patrimonio paisajístico y cultural no inferior a las candidaturas francesas que han logrado el reconocimiento. Pero no ha habido un trabajo técnico riguroso, no ha habido visión, no ha habido apropiación, no ha habido participación social, no ha habido puesta en valor de los verdaderos valores distintivos de la zona.

No se ha construido una buena candidatura. No ha habido interés por saber qué es la UNESCO y cómo trabajar inteligentemente con un organismo internacional de este tipo.

Ha faltado liderazgo generoso. Ha faltado plan consensuado entre las distintas zonas, sin imponer los intereses de una zona a los de otra. Ha faltado identificación de las verdaderas posibilidades y capacidades de la zona. Ha habido en ocasiones incompetencia, prepotencia, provincianismo, deseos de utilización política, y no han faltado algunas maniobras politiqueras cortoplacistas.

No, no busquen en la UNESCO a quién echar las culpas por este fracaso: tenemos lo que nos hemos ganado a pulso en los últimos 6 años.

Sólo me queda desear que Rioja Alavesa y los nuevos gestores de la Diputación de Álava puedan aprender de los errores cometidos hasta la fecha y diseñar un futuro ambicioso, participativo y con grandeza de visión. Un futuro en que el turismo cultural y enológico, el patrimonio, la internacionalización y el producto de calidad sean una de las bases de un proyecto más global de desarrollo humano sostenible para la zona. La zona lo merece y lo puede hacer.

Se ha perdido mucho tiempo muy valioso, pero nunca es tarde si...

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