sábado, 16 de mayo de 2015

¡Muchas felicidades al Primer Ministro y a su marido!

Pues no. En principio no me interesa la vida privada de los politicos. No me parece relevante saber dónde veranean o cómo es su vida de pareja. Sólo me interesa la vida privada de mis amigos (y se da la circunstancia de que algunos de estos amigos son políticos). De los politicos en general me importan sus ideas, su integridad moral, su visión, su compromiso y su valía profesional. Lo demás no es de mi incumbencia.

Pero hoy haré una excepción, porque tiene un explicación.

El Primer Ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, se ha casado este viernes pasado con quien era su pareja de hecho desde 2010: el arquitecto belga Gauthier Destenay. Al parecer ha sido una de las primeras bodas homosexuales en ese país, dado que esa opción existe en Luxemburgo desde hace pocos meses.

Ellos, los protagonistas, han pedido discreción y respeto a la privacidad del momento, pero lo cierto es que su boda tiene un significado político importante: es el primer máximo mandatario de un país de la UE que contrae matrimonio con una persona de su mismo sexo.


Todavía hay países europeos en que este tipo de bodas no son posibles.

Hace muy poco tiempo lo normal en cualquier país europeo habría sido ocultar una relación así, negarla o vivirla como un sufrimiento, como una vergüenza, como una desgracia. Hace bien poco algo así habría acabado con la vida política de cualquiera. Hace bien poco se habría optado seguramente por una vida falsa, de pantalla, de apariencias. Hace bien poco había que ser un auténtico héroe (o heroína, claro está) para no pasar por el aro... y si no pasabas lo pagabas caro, muy caro. Todavía hoy sucede todo esto, por supuesto, demasiado a menudo. No quiero decir que sea fácil o que ýa no haya problemas serios, pero es cierto que cada vez hay más oportunidades para vivir la vida que uno es o elige ser: para ser lo que se es y se siente y se quiere. Y eso es una bendición. Eso hace la vida de todos -y nuestra sociedad- más digna.

El Primer Ministro ha dicho algo precioso: "Tengo solo una vida, y no la quiero esconder" Chapeau!

Les felicito en varios sentidos. En el sentido de desearles felicidad. Pero también en el sentido de reconocerles y agradecerles que hayan dado el paso, porque así hacen un servicio a toda la sociedad. Ha sido un importante paso para ellos, pero también un pasito para la igualdad y la no-discriminación en Europa. Félicitations et chapeau!

No hay comentarios:

Publicar un comentario