Es delicado, sutil, sensible. Bellísimo. Muy atento al detalle mínimo, a los cambios de la naturaleza y el clima, al nombre exacto de la planta y a su forma, a su fruto o flor y su color. Cuidadoso con la palabra y con el silencio, con lo que se dice y con lo que se debe callar, con la tradición y con el pasado del que no puedes escapar. En ese sentido puede decir que cubre lo que el tópico espera de la literatura japonesa clásica en dosis ligeras, mínimas, en poco más de 100 páginas que leer en una o dos sentadas.
Pero también es de alguna forma universal, a pesar de que toda la trama sucede en Japón, y moderno o incluso cosmopolita y, desde luego, multilingüe.
"...vuelvo a ver un fruto del hôzuki vivo y naranja, como una luz." |
Aki Shimazaki, en foto de El Cultural |
El libro, impecablemente editado por Nórdica Libros, es una buena recomendación de Imanol, librero de oficio, gusto y espíritu, en la fantástica GAROA liburudenda, cuya visita no debes perder cuando pases por Zarautz (en pleno casco viejo, en Trinitate kalea 7).
El libro me está encantando. Buscando la flor protagonista de la obra que da nombre al título, encontré ente artículo: fantástico. Gracias por aportar está está inform y la foto de la flor.
ResponderEliminarSaludos.
Otro libro de esta autora que tal pueda interesar:El quinteto de Nagasaki.
(Muy bueno también, aunque no tiene nada que ver con este, en la historia, el estilo es igual de directo e intimista.)