Son conferencias en que disecciona tres autores que han vivido las experiencias políticas más extremas de este pasado siglo XX, el nazismo y el comunismo, y han escrito, sobre todo poesía, sobre ello: son Theodor Kramer, Ruth Klüger e Inge Müller.
Son personas que Herta Müller describe, con tanto acierto como crudeza, como "perjudicadas por la historia": "personas que se ven arrastradas a la locura de la historia y perjudicadas por la historia" (pág. 67). En parte ella misma es también una de estas personas.
Herta reflexiona sobre los que le dijo un superviviente: "los intelectuales fueron los que primero abandonaron su moral en el campo de trabajo, mucho antes que la gente sin educación".
"Los intelectuales estaban acostumbrados a mostrarse en sociedad. Dado que la realidad del campo de prisioneros era justo lo contrario, es decir, la disolución de la sociedad para transformarse en muerte por trabajo, hambre o frío, el sistema moral de los intelectuales se viene abajo enseguida. En cambio, la llamada gente sencilla conservaba una sola frase en la cabeza: "eso no se hace." Esta frase, breve y aun cuestionable, bastaba, sin embargo, para seguir siendo responsable frente a los demás en todas las situaciones. Pues la frase encierra una imagen de la diferencia entre lo que se hace y los que no se hace, una diferencia que no es ideológica". (pág. 45)
No sé si será cierto o no, pero me ha parecido una interesante reflexión.
Por último otra bella frase, otra bella pero triste idea:
"nuestro equipaje más pesado permanece oculto a quien más cerca tenemos"
Sí, me temo que a veces eso sucede así.
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